Está en el Camino de los Esteros, en plenas marismas, y en realidad se llama Salina Santa María de Jesús.
Además de ser un centro educativo y de realizar visitas guiadas, cuenta con un restaurante donde degustar los pescados de estero y un museo de la sal.
Sin embargo lo más atractivo es que dispone de un spa salino natural, donde poder relajarnos y olvidarnos del mundanal ruido. Nos podremos dar un baño salino o una envoltura con algas o fango.
Es una experiencia única.