Se encuentra entre Prado del Rey y El Bosque y se tratan de una de las pocas salinas de interior que existen en España.
El nombre se debe al poblado fenicio que se encontraba en el cerro cercano y que precisamente ya hace miles de años explotaba estas salinas, con la importancia que este material tenía en el pasado, como única materia que permitía la conservación de los alimentos.
Pero todo esto os lo explicara más en detalle el bueno de José Antonio, que por tradición familiar sigue explotando estas salinas.
Trabajan todo de forma manual, sin utilizar medios mecánicos o químicos, por lo que el resultado es una sal virgen y natural. Tienen 3 productos principales: sal gorda, flor de sal y escamas de sal. Las 2 últimas son una maravilla, la flor para guisar y acompañar ensaladas y aliños y las escamas para sazonar los pescados y carnes a la plancha.